Esta ilustración completa el primer ciclo de ilustraciones de cuentos, utilizando las versiones más clásicas en cuanto a diseño, como un pequeño homenaje a las infancias de los que nacimos en la década de los 60
Es evidente, `que estos cuentos que he venido contando, no son más que recreaciones de la mitología griega. He aquí uno mas
Se hallaba Asteria flotando en la noche obscura, mientras contemplaba las tililantes estrellas y curiosa, husmeaba en los sueños de los mortales, ávida de conocimiento y sorpresas, cuando algo perturbó su quietud.
‘Primero, un chasquido seco
Luego, la brisa fue viento y las ramas de los árboles, allá abajo , se torcieron hacia ella en una danza extraña e inquietante.
En el horizonte apareció aquel dios, que llevaba tanto tiempo persiguiéndola, queriendo llevarla con él y privarla de su plácida vida nocturna entre luceros y sueños humanos. Siempre huía y se libraba, pero aquel aciago día el alto y musculoso Zeus, coronado de rayos y esgrimiendo su cetro, parecía furioso y decidido a arrebatarla del sentido de su vida.
Asteria se volvió ave y voló desesperada delante del iracundo Dios, que agitaba su melena y barbas en un movimiento constante hacia todos lados para no perderla de vista. Tanto era así, que viendo el mar como única esperanza, se sumergió en el….
Al contacto con el agua, las plumas se transformaron en plantas verdes, la carne en tierra, los huesos en piedra y creciendo formaron una isla. Se sintió bien, bañada por el agua y calentada por el sol durante el día. Por la noche podía seguir contemplando sus estrellas. Se puso Delos de nombre, para que jamas la encontraran y un día, Leto, su hermana gemela que al pisarla, notó la llamada de la sangre ,parió a Apolo y Artemisa sobre esa tierra amable
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