De niña me encantaba dormirme imaginando escenas como estas. Noches azules, estrelladas, con algún reflejo de luz cálida y entrañable y personajes mágicos, que trascendieran en mucho muchísimo la realidad, que volaran , tuvieran poderes y se saltaran “a la torera” lo establecido, para soñar sin límites

Esta es la historia de la pícara Eris.
No soportaba creer que la ningunearan y la venganza, hubo un tiempo que formó parte de su vida, pues la confundía con hacer justicia
Hubo una boda en el reino de Olimpio y Eris no fue invitada por lianta. Se enfureció tanto, que ideò un plan muy retorcido….sabedora de que tres diosas griegas asistirían y pugnaban por ser las más bellas, introdujo una hermosa manzana de oro, ( conocida como la célebre “manzana de la discordia”)l en la mesa principal del ágape, que ponía: ‘ Para la más bella”.
Lo que vino después fue tan tremendo, que hasta desencadenó una guerra, pues la vanidad lleva al rencor, a la ira, al odio.

Asi que Eris, después de ver lo que se había montado con su ardid, hizo recuento del daño causado y llorò. Ya en frío, la pendencia le supo a hierro oxidado, a heridas abiertas y amigos muertos. A duelo

 

Se hizo niña y cambió de tiempo.  Se vistió de muñeca con lo que el viento arrastraba de los tendederos de madres buenas y fue pidiendo perdón, paliando los daños en la medida que sus poderes permitían .
Navegaba por la noche en una hoja traslúcida , alumbrándose con farolillos de luciérnagas y adentrándose en los pensamientos de los que habitaban los parajes que atravesaba, por si podía ayudar en algo, pues este quehacer la iba redimiendo

Pero hubo una cosa que no pudo evitar jamàs…dejar de tener una tremenda cara de pilla!

 

 

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