Hubo un tiempo en que me apeteció pintar dípticos.

Siempre me ha subyugado la naturaleza, también domesticada en forma de parques y jardines.

Los árboles, de todo tipo , aparte de su matiz obelístico coronado, son perpendiculares preciosas de la Tierra. Ofrecen apoyo, frescura ,oxigeno, belleza, color, cobijan y dan vida. Estas palmeras que se erigen entre verdes y alberos, rememoran uno de los parques con mas señorío del mundo, el de Maria Luisa

Son dos óleos, sobre lienzos de lino, que actualmente, están separados…

 

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