CLAIRE BASTER

Una de mis musas

Adoro la belleza de su «naturaleza viva», de esos colores exquisitos , tan ricos en mil matices, todos en una armonía casi celestial que comparten los fondos.

Texturas, proporciones, composición, participan de una elegancia casi sobrenatural, que te transporta a parajes interiores casi siempre serenos.

Contemplar sus obras es entrar en su taller, en su Chateau de cuento de hadas y viajar a lugares hermosos  donde descubrir secretos, solo contados a ti, y susurrados por el aire que se filtra entre yerbas altas y hojas de todos los verdes imaginables, entre tallos esbeltos y flores que se proyectan desde los lienzos, para alcanzarte

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